stop motion
Ident (1989)
Vivimos nuestra vida fingiendo ser otros: El vecino simpático, el compañero gracioso de la oficina, el amigo confidente, el amante de los deportes de riesgo… Pero al fin del día sólo queda el reflejo en el espejo para recordarnos que en realidad todo son caretas. Nuestro verdadero rostro se pregunta cuál de todas ellas es la realidad. Con sólo un pedazo de plastilina y la genialidad a la que nos tienen acostumbrados los estudios Aardman animations, Ident hace una interesante reflexión sobre la sociedad y la naturaleza del ser humano.
Renaissance (1963)
Resulta curioso que algunos de los cineastas y animadores más interesantes y originales de la segunda mitad del siglo XX pertenezcan a países que quedaron al este del telón de acero, donde la represión y la censura ejercida por las múltiples dictaduras que florecieron en esta zona durante la guerra fría, debería haber hecho más complicada su labor. Sin embargo, quizá debido a ello, muchos artistas decidieron imprimir a su obra ese toque transgresor y en ocasiones desafiante con la autoridad establecida que dota a sus obras de una gran originalidad. Entre ellos está Walerian Borowczyk, uno de los grandes representantes del surrealismo en el cine.
Inspirace (1949)
Hay otros mundos, pero están en este. Incluso una insignificante gota de agua puede esconder todo un universo, frágil y delicado como el cristal. El checo Karel Zeman fue todo un experto en crear mundos maravillosos y aunque la mayoría de sus trabajos estuvieron destinados a los niños, su gran imaginación fue capaz de hacer soñar a todo tipo de públicos con sus películas.
Darkness, light, darkness (1989)
La vida es un periodo de luz entre la oscuridad del nacimiento y la negrura de la muerte. Este es el planteamiento del que parte el artista y cineasta checo Jan Svankmajer para elaborar este cortometraje. La obra de este genio desconocido, siempre alejado de los convencionalismos del cine comercial, ha inspirado a decenas de animadores y cineastas de todo tipo, entre los que se encuentran los perturbadores hermanos Quay, de quienes ya hablamos en otra ocasión, o Terry Gilliam, autor de las ya famosísimas cabeceras de los Monty Python.
Vincent (1982)
Vincent es un niño bueno, obediente y bien educado, pero él quiere ser como Vincent Price, su ídolo soñado… Así nos presentaba en 1982 Tim Burton al joven protagonista de su primer cortometraje, el pequeño VIncent Malloy, la semilla que daría vida a algunos de los mejores y más lúgubres personajes de su posterior filmografía.
Nocturna artificialia (1979)
Hay quien dice que nuestra mente es un reino dirigido por la imaginación. Hay zonas brillantes bañadas por el sol, grandes llanuras verdes y fértiles que durante los sueños ofrecen refugio a nuestras mejores ideas. Pero también hay rincones ocultos, lagunas oscuras y profundas donde se esconden nuestros miedos y demonios, que sólo conocen nuestras pesadillas. Si existen cineastas capaces de sacar a la luz ese reverso oscuro, inquietante y a veces aterrador, sin duda los hermanos Timothy y Stephen Quay estarían a la cabeza.
An optical poem (1938)
Si algo caracteriza al cine, especialmente en sus inicios, es el afan por experimentar. Muy pronto se convirtió en una nueva forma de expresión artística de la que han salido grandes genialidades, aunque en la mayoría de los casos su éxito entre el el gran público ha sido escaso. El caso de Oskar Fischinger no fue una excepción. A pesar de que fue un pionero a la hora de llevar el arte abstracto al cine, su carrera en este medio nunca terminó de despegar. Han tenido que pasar décadas desde su muerte en 1967 para que al fin se reconozca su labor.
La venganza del camarógrafo (1912)
¿Cuál es la vida secreta de los insectos? ¿De verdad tienen una existencia tan sencilla como pensamos los humanos? Puede que sí, o quizás se parecen a nosotros más de lo que pensamos. ¿También ellos se enamoran, se enfadan, sienten celos, son felices o están tristes? Nadie puede saberlo a ciencia cierta, aunque siempre resulta divertido especular. Así lo demuestran algunas de las peculiares películas del animador de origen polaco Ladislas Starevich, de las cuales la más famosa es esta de la que hablamos hoy, La venganza del camarógrafo (Mest kinematograficheskogo operatora)
El hotel eléctrico (1908)
Aunque franceses y estadounidenses fueron pioneros a la hora de dar los primeros pasos para el desarrollo del cine, no fueron los únicos. En España también hubo grandes soñadores que aportaron su granito de arena para que el cine sea lo que es hoy. Este es el caso del aragonés Segundo de Chomón.